Punto dos agujas: Empezar una labor
Cuando acabas una labor te entra todo tipo de sentimientos, una mezcla de sensaciones indescriptible. Por un lado estás contenta y satisfecha contigo misma al ver el trabajo terminado. También hay veces que estás hasta nerviosa, con mucha ilusión, especialmente si es un regalo. Ver la cara que va a poner el regalado no tiene precio. Pero por otro lado, cuando acabas una labor también te invade una sensación de vacío enorme. Es como cuando acabas un buen libro y piensas que nunca encontrarás otro igual. Claro y es que ya has terminado un reto en el que estabas [...]

