Cuando empiezas algo nuevo, ya sea deporte, afición, o incluso estudios, la pereza suele estar rondando, seguida por el sentido del ridículo y las ganas de hacerlo perfecto desde el minuto cero. Eso me pasó a mi cuando mi hermana me enseñó a tejer. Entre que no sabía sujetar las agujas y que los puntos estaban más tensos que un tirachinas, yo no avanzaba.

Luego su frase favorita “Deja que la labor te hable y relájate”. Yo no escuchaba nada, la labor no me hablaba y cada vez con más dolor de trapecios. Tejía del derecho cuando era del revés, contaba filas como si fueran cordones, y perdía la cuenta de los aumentos y las disminuciones. Yo creo que hasta me inventé un punto fantasía. Y así me pasé varias semanas… 

Ya por fin aquello empezó a tomar forma y conseguí empezar a disfrutar tejiendo pero seguía metiendo la pata. Lo peor es que me engañaba a mi misma y cuando se lo enseñaba a mi hermana me decía “Estás segura que has seguido el patrón, veo un error en la fila 22”. Pero ¿Cómo se podía dar cuenta?

Ahora que ya estoy en nivel avanzado, sigo haciendo de las mías y mi hermana de las suyas. Es decir, detectando un mínimo fallo al segundo. He de reconocer que no me gusta nada cuando me dice “deshaz la fila, que luego te arrepentirás, siempre se notan los fallos”. Me siento un poco Rapunzel, tejiendo de día y deshaciendo de noche. Pero es verdad, ¡siempre se ven los fallos!

¿Por qué os cuento todo esto? Primero porque nadie nace aprendiendo, como en todo, esto requiere práctica, mucha práctica. Segundo porque hemos estado donde estáis vosotros ahora mismo, os entendemos perfectamente. Tercero porque hemos grabado muchos vídeos para ayudaros a resolver pequeños problemas según vayáis avanzando con el arte de las agujas.

En nuestro canal de youtube o en nuestra sección de vídeos de la web tenéis unos cuantos. Y si aparece alguna duda o necesitáis algún vídeo extra, solo tenéis que contactarnos. Estaremos encantadas de grabar nuevos vídeos o de resolver dudas por mail. 

Merece la pena… por eso “Learn 2 knit it!”